La Fundación Ricardo Pérez y Verdes, esta misma semana, ha ampliado sus fondos  museísticos después de adquirir algunas piezas importantes, así como de donaciones de algunos amigos del MELGA de Ponteceso.

En esta ocasión, la Fundación ha obtenido una pieza original de gran valor para el mundo lúdico, pues se trata de un juego de tablero ancestral de principios del siglo XIX, del país africano de Mauritania. Aunque el juego en si mismo tiene una antigüedad de unos 4.000 años (Neolítico), al inicio de su creación, nunca se jugaba sobre un tablero, como el encontrado por nosotros en un anticuario, sino sobre la propia tierra o mejor sobre la arena del desierto.

La pieza decimonónica localizada, es de madera de ébano, con incrustaciones de dibujos rojos y negros, muy bien conservada, seguramente de alguna familia tribal pudiente. Al tablero se le unen siete dados, en forma de palos largos de unos 30 cms., con una cara lisa en color blanca y otra abombada con dibujos geométricos.

Este juego es conocido con los nombres de SINGH o ESSIKH, y es practicado casi exclusivamente por mujeres,  aunque los hombres también lo desarrollaban. Era de cálculo mental que se podía jugar por parejas (la mayoría de las veces) o por equipos,  sobre todo en la época del Ramadán musulmán. La estrategia consistía en saber mover con habilidad más de una ficha para comer (CAPTURAR) las del enemigo antes de que éste alcance las nuestras. Gana aquel que deja al enemigo sin fichas para mover en el tablero. La partida es rápida de ejecución y suele durar alrededor de una hora aproximadamente.

Otra pieza original y exclusiva, que nuestros visitantes al MELGA pueden observar, ya que en estos momentos se encuentra expuesta en las vitrinas del museo, en la sección de juegos y deportes del mundo.

 

El Melga sigue ampliando sus fondos museísticos

 

También esta semana hemos tenido la donación de varias piezas de museo, por parte de los profesores Sabela Vázquez Fandiño y Alexandre Ripoll Anta, que nos visitaron hace escasos días, proporcionándonos los siguientes elementos: 3 muñecas de hojas de maíz, un aparejo para tricotar con carretes de hilo, un quitapenas o quitapesares y un cabezudo con su traje correspondiente, todos ellos confeccionados manualmente por los propios donantes. Sin duda, una importante aportación.

En nombre de la Fundación Ricardo Pérez y Verdes y el Museo Etnolúdico de Galicia (MELGA), gratitud inmensa por su altruista  donación a nuestro patrimonio gallego.

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