El Melga en Pontedeume en el VIII Encontro de Clásicas Leboreira “A ruta de polbo en bicicleta clásica”

Ayer domingo día 11 de junio,  el MELGA, se desplazó con 10 componentes de “cicloclásicos”, a la marinera villa de Pontedeume-Ferrol para participar con sus bicis antiguas, en el VIII Encuentro de Clásicas Leboreira “A ruta del Pulpo en bicicleta clásica”. Los representantes pontecesáns fueron invitados a dicha jornada lúdica (como intercambio del año anterior a la IV Ruta de Bicicletas Clásicas-Ponteceso, llevada a cabo en el mes de setiembre, con motivo de las  Fiestas de la Barquiña),  por la “Peña Ciclista Leboreira” de Pontedeume.  Antes del inicio de la ruta, se inauguró con un centenar de bicicletas clásicas una Exposición en la Casa de la Cultura, además de una colección de carteles y fotografías  publicitarias antiguas, así como una colección de bombines, luces de carburo, sillines, frenos, llantas, timbres, etc… material necesario para la reparación de dichas “ joyas” rodantes. Como novedad de la exposición, se presentó dos reproducciones de bicicletas, una en madera un celerífero de 1790 y un velocípedo de 1817 de hierro.  Sobre las 11,00 de la mañana, se salió de la Casa de la Cultura, paseando por todas las clases centrales de la villa y visitar el torreón de los Andrade, los ruteros encaminaron las cuestas empinadas del pueblo, el paseo marítimo de la playa de Cabañas, para dirigirse al pequeño y hermoso pueblecito de Redes (Ares) donde allí, al lado de los acantilados, se degustó una enorme y sabrosa “pulpada”, acompañada con productos de la tierra como la empañada, el queso del país y regado todo ello, con vinos cosechados por algunos de los allí presentes. Después de casi tres horas de convivencia, la treintena de ciclistas de componían el grupo, con sus bicis cuya antigüedad estaba entre los años 20 a los años 50, regresaron hacia Centroña (Pontedeume), para recuperar las fuerzas quemadas  en un restaurante, degustando una comida  opípara, en donde no faltaron los callos, la carne asada, queso de tetilla y el “café de pota”.  Finalmente a todos los participantes, se les hizo entrega, por parte del presidente de la Peña Leboreira, Daniel Cendán”alma pater” de dichos encuentros de bicis clásicas, de un recuerdo de dicho día, consistente en un colgante de madera de boj con un grabado a fuego de un velocípedo. Como anécdota destacamos que la persona con mayor edad, fue nuestro director del MELGA Ricardo Pérez y Verdes con 74 años y el de menor edad, un niño de 9 años José Vidal. Aunque por momentos del recorrido calló un pequeño “orballo”, la sesión fue magnífica, tanto con el tiempo nublado ideal para los ciclistas, como por la  organización del evento y sin duda, por la gran cantidad de espectadores que con sus cámaras y aplausos durante todo el trayecto, hicieron del recorrido fuera mucho más ameno y gratificante.

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